¿Tenés una idea para emprender? 8 pasos para saber si tiene futuro

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El sitio Inc.com comenta como el método «lean» ha revolucionado la cultura de las startups, muchos emprendedores empiezan a ver las ventajas de crear un MVP (Minimum Viable Product), es decir un modelo de producto que pueda resumir las principales características pero que está lejos de ser la perfección de nuestra idea. Es un prototipo inicial que puede mostrarse a potenciales clientes o inversores, con la idea de buscar criticas, aportes y hacer las mejoras a partir de ellas. He aquí el problema, en su afán de construir el MVP y «fallar rápido» y repetir mejorando, muchos emprendedores no están haciendo la tarea antes de avanzar con su prototipo inicial.

La buena noticia es que se puede hacer mucha de esa tarea en sólo un par de horas

En el libro The First Mile, Scott D. Anthony, establece ocho puntos cruciales que podes hacer en menos de un día de trabajo.

1. Hacer una búsqueda desde el escritorio

Tu ego te miente y te dice que nadie tuvo esta idea antes, pero la realidad es que ya muchas empresas la están considerando e incluso algo han dicho al respecto. Además de que otros emprendedores acaban de tener la misma idea en tu ciudad. En su libro, Anthony recomienda que busques entre las compañías cercanas, ya que podrían tener la misma idea y convertirse en tu competencia.

Googlea

La búsqueda en Google (o el que quieras), es obligada. Comenzar buscando tu idea directamente, y después propuestas similares u otras palabras claves con las que pueda denominarse. Te asombrarás la cantidad de cosas que encontrarás. No es para tirarse abajo, sino para ver qué han hecho, si tienen lo mismo que tú habías pensado, cuándo lo desarrollaron, cómo les fue, en qué mercado estaban, qué harías diferente, etc.

Haciendo un paso más, puedes buscar si tu idea está patentada. El autor comenta: «Por ejemplo, los analistas ya tenían una idea bastante clara de cómo sería el iPad, años antes de su lanzamiento, debido a que fueron patentando las características criticas de su diseño y elementos de usabilidad». Incluso una reciente nota de El País mostró que Nokia había comenzado el desarrollo de una tablet nueve años antes que Apple,

Vale comentar también que no sólo estarás buscando tu competencia sino que también puedes encontrar potenciales socios. Está claro de que no es algo común, pero puede suceder haciendo esta tarea, tal como lo comentamos en la nota 50 formas de conseguir un socio.

2. Hacer un experimento mental

¿Cómo se vería si tu idea tiene éxito? Esta pregunta hipotética, si se la haces a extraños que puedan ser objetivos con tu proyección, te puede ayudar a visualizar tu estrategia, descubrir competidores, posibles salidas y posibles bloqueos. Por ejemplo, ahora mismo tus proveedores puede tener cierto costo, ¿qué pasaría si ese costo aumenta? ¿Si tu principal competidor comienza a comprarle al mismo proveedor en grandes cantidades? ¿Tienes un genio-programador que está haciendo un trabajo brillante, qué pasaría si se traba o si le sale una oferta de trabajo a la que no puede resistirse?

3. Pensar ventas en una servilleta

Lo más sencillo es usar las 4P, sigla que se compone por las iniciales de las palabras en inglés: target population, planned pricing points, expected purchasing frequency y market penetration.  Esto apunta a definir el público objetivo de tu producto o servicio, el precio, la frecuencia de compra esperada, es decir, cuantas veces tu público objetivo pagará por tu producto, y la penetración de mercado que se requiere para alcanzar la meta de ingresos. Con este ejercicio de 10 minutos puede tener rápidamente una hoja de referencias de los puntos a revisar en las posibles formas de monetizar tu idea.

Boceto en servilleta

4. Hacé una llamada

Las posibilidades son que el éxito de tu idea dependa de diferentes creencias principales que tengas (esto hace falta, esto va a gustar, esto necesita la gente, esto no existe, etc). Con una llamada, puedes cambiar esas creencias por nociones definidas.

En su libro, Anthony cuenta sobre una compañía que apuntaba al mercado de universidades, vendiendo dispensers de bebidas en lata. Tradicionalmente, esta compañía vendía a través de revendedores, por lo que no tenía experiencia en cómo introducirse en ese mercado. El equipo de ventas asumió que le llevaría tres meses. Si hubieran realizado todas las acciones con su creencia a tres meses se hubieran fundido. Por suerte, uno del equipo llamó a un amigo que vendía soluciones de seguridad para universidades quien les contó que el proceso de decisión de las universidades llevaba de uno a tres años. Un hallazgo que obviamente influenció en las proyecciones financieras de la empresa o que incluso podría haber disipado la idea de negocio de por sí.

Imagina cuanto aprenderías si para idea  levantas el teléfono para validar sólo una de tus creencias.

Hacer una llamada

5. ¿Cómo es el proceso de compra?

Scott  hace una lista de las 5 preguntas esenciales que deberías responder:

  • ¿Cómo obtendrás los consumidores tu producto o servicio?
  • ¿Cuándo lo pagarían?
  • ¿Donde lo obtendrían?
  • ¿Cómo llegaría el producto o servicio al consumidor?
  • ¿Hay alguien que se quede con una parte de esa transacción? (ej.: intermediarios, comisiones, gastos de transferencias, etc.)

6. Construye un prototipo a lo MacGyver

Navaja Suiza

Nota, este no es un MVP (del que comentamos al principio). Esto es algo hecho en casa, sin costo alguno. No estás creando un prototipo funcional, sino la representación física de tu idea (algo que puede ser dañado pero armado rápidamente). No sería una guitarra, serían clavos, madera y banditas elásticas. Es un boceto a mano más que un render hecho por un profesional. «La idea es hacer foco en la velocidad y no en la estética escribe Anthony. Sólo querés hacer una representación física, para poder explicar más fácilmente tu idea a otros, y para que no solo exista en tu cabeza.

7. Habla con los clientes

Es increíble cuan seguido muchos emprendedores avanzan con sus ideas sin haber hablado nunca con siquiera un potencial cliente. El consejo es consistente con lo que plantea Tina Weber, la directora del Boston’s annual Lean Startup Challenge, quien plantea la importancia de testear el concepto antes de crear un prototipo. Sin importar si consultás por media de alguna herramienta online de preguntas o simplemente con una página web sobre tu producto, el tema es que necesitas alguna evidencia que tu propuesta ha sido validada por potenciales consumidores.

8. Crear una cuenta de resultados inversa

Esto puede sonar a que necesita muchas horas, pero en realidad no es tan difícil si has hecho el trabajo con las 4P. Para la cuenta de resultados inversa tenés que empezar de atrás para adelante, plantear cuál es tu ideal de ganancias anuales y trabajarlo en reversa, paso a paso. El primer paso naturalmente es dividir las ganancias anuales en dos partes, tus ingresos y tus costos. De ahí, continuar el camino para llegar hasta el primer punto. Para una explicación más amplia Anthony sugiere la lectura de «Discovery-Driven Planning» un artículo clásico del Harvard Business Review escrito por Rita Gunther McGrath e Ian C. MacMillan en Julio de 1995, que sigue vigente.

¿Querés agregar alguna otra forma de validar la idea? Dejá tu comentario acá abajo

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