Nuestro impacto ambiental es cada vez más evidente y emprender pensando en la conservación de la biodiversidad es algo que, gracias a un gran equipo, ya se hace en Córdoba. Pumakawa significa “el que cuida con sigilo del puma”, Kai Pacha forma parte de este proyecto y a su vez es una de las emprendedoras que pasó por nuestra Incubadora de Impacto en el 2019.
En esta cuarta entrega, Kai nos cuenta su perspectiva y sus experiencias como emprendedora en el área de la conservación ambiental de especies autóctonas en la región centro de nuestro país.
Nombre (o cómo te guste que te llamen): Kai Pacha.
De dónde sos: Soy de Río Tercero, pero vivo en Villa Rumipal.
Nombre y actividad principal de tu emprendimiento: Pumakawa Reserva Natural es un espacio que recupera fauna silvestre, restaura monte y trabaja por la conservación del puma.
Años de vida del emprendimiento: 25 años.
1.¿Qué te motivó a emprender?
«Creo que me motivó el ver la cantidad de cosas que hay para cambiar y para mejorar. Cuando era chica me sentía absolutamente incómoda y descontenta con algunas cosas que sucedían en el mundo adulto y soñaba con cambiarlo. Hoy no puedo dejar de emprender porque todo el tiempo estoy creando, teniendo ideas, sacando hacia afuera lo que llevo dentro y a nada de todo eso, lo puedo dejar en papel sino que necesito accionar.
Quizás ahora no lo pienso igual que cuando era chica, ya no me enfoco tanto en el mundo, sino en cambiar yo, que ese sea mi pequeño aporte y en la medida en que cambio yo, ver cómo se desarrolla todo a mi alrededor y cómo fluyen cosas buenas, sobre todo en el área en la que trabajo que es la de conservación.»
2. Quizás existió algún que otro día difícil ¿Qué te mantuvo enfocada? ¿Qué aprendiste de esos momentos?
«Tuve varios días difíciles, porque salí muchas veces de mi zona de confort. Pasé días difíciles en la Selva Amazónica donde físicamente no daba más, estando a cargo de un grupo que se desmoronaba por el calor y el cansancio, pero sabiendo cuál era mi responsabilidad en esa situación: cuidarlos y llegar a destino sanos.
También tuve días difíciles manejando pumas que están sueltos en la ciudad pero provienen del mascotismo y hay que aprender a manejarlos. Pero para resolver estas cosas a veces todo se vuelve complejo porque hay autoridades e instituciones que no coordinan entre sí o cuando me ven llegar y ven que soy mujer y que soy chiquita de cuerpo, consideran que no seré capaz de manejar un puma. En esos momentos los hombres tienden a adoptar la postura de un cazador primitivo, yo en cambio busco conectarme con el puma y no me importa si soy yo la que lo enlazo, siempre y cuando se priorice su cuidado y nadie salga lastimado.
Han habido también días difíciles en los que un incendio se llevó el 90% de la superficie de una reserva, yo debía evacuar animales y al mismo tiempo ver y sentir cómo mi casa era devorada por las llamas.»
3. ¿Cómo ves el rol de las cordobesas en el ecosistema emprendedor local?
«Creo que tienen la fuerza de un gladiador de aquellas épocas en las que había que tener el coraje suficiente para ir a las arenas a pelear contra las fieras. La mujer en este momento es quien quiere salir a esa arena con la fuerza de un tigre o un león a pelear.
Estamos en la etapa del fin de la sumisión y si bien todo esto es nuevo, lo estamos usando y nos estamos potenciando a través de la creación (algo que vivimos todos los días desde que nos despertamos). Seguramente todos los días en el mundo, hay una mujer que tiene que inventar algo nuevo, desde cómo hacer la comida con poca plata hasta cómo decirle una noticia difícil a su hijo.»
4. ¿Hubo otres emprendedores que te ayudaron a marcar el camino? ¿Querés contarnos quiénes?
«Sí, muchísimas. Jane Goodall, por ejemplo, o mujeres como mi mamá que todo el tiempo está creando y hoy con 77 años no para. Mi pareja, que con una sensibilidad muy especial me ha dado pie para descubrir el mundo de las sutilezas y de las ideas (aunque hoy no estemos juntas). Mi hermana, que es una persona resiliente y me enseña a entender que la decisión de crear sobre lo que creemos es solo nuestra.
La verdad es que son innumerables las mujeres que han generado algo en mi, hasta me da cosa no poder nombrarlas a todas. Mujeres que han sido atravesadas por una vida desafiante y allí entra la Noe, la Yoia, la Maina o la Moni. Definitivamente emprender es muy contagioso, yo no puedo pasar al lado de alguien que emprende y permanecer igual.»
5. ¿Qué les dirías o cómo crees que podemos empoderar a otras mujeres para que se animen a convertir sus proyectos en ideas de negocio?
«Les diría que si pude, podemos todos. Me ha costado muchísimo hablar y relacionarme, sin embargo hoy tengo esa posibilidad, justamente porque todos podemos. Y si tenemos dificultades y si parecemos raras y si pertenecemos a algún tipo de minoría o nos consideramos marginadas, esa debe ser nuestra potencia. Eso debe volverse un resorte y dependerá de una, dejarlo encogido o hacerlo saltar.
Se trata de un trabajo con una misma, pidiendo ayuda a la familia y a los amigos, sin excusas y recordando siempre que no hay una imposibilidad para crear, no hay imposibilidad para cumplir los sueños, no la hay. No viene de arriba, ni es fácil pero es posible y es un trabajo de todos los días.»
6. ¿Qué le dirías a la Kai anterior a Pumakawa?
«Es una pregunta super fuerte. Yo le diría ¡gracias! por haberse mantenido en pie, a pesar de tanta desprotección en algunos momentos. Gracias por haber seguido, por haber sido fiel a lo que ella creía y no haberle dado valor a otras cosas. Por haberse seguido principalmente a sí misma, sin tener en cuenta lo esperado o las expectativas de los demás. En definitiva, gracias Kai por haberme traído hasta acá.»