Nuestro planeta está siendo desafiado por enormes retos económicos, sociales y ambientales. Para poder enfrentarlos, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) han delimitado cuáles son las prioridades y las aspiraciones mundiales para el 2030.

El sector privado tiene un rol claro en la consecución de los ODS, ya que las empresas son el principal instrumento para la creación de puestos de trabajo. Estas deben garantizar condiciones dignas de empleo no solo a sus trabajadores directos, sino también a los que forman parte de sus cadenas de suministro. Es importante fomentar la contratación de nuevos colaboradores, especialmente de aquellos grupos en situación de vulnerabilidad e incrementar la productividad económica, impulsando la I+D+i, la tecnología y el emprendimiento.

Combatir la pobreza y regenerar el ambiente es una vía para que las empresas emprendan nuevas formas de negocio, exploren nuevos mercados y generen beneficios. Así lo han demostrado iniciativas como la inversión socialmente responsable o de impacto, los modelos de negocio inclusivos o de la base de la pirámide, las cadenas híbridas de valor o los emprendedores ambientales y sociales.

Para lograr el cumplimiento de los ODS es vital que sean integrados en la estrategia de negocio y por ende, que no se traten como parte de proyectos aislados o filantrópicos.

De acuerdo con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés), las necesidades de inversión anuales necesarias para poder hacer frente a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible antes del 2030 se encuentran en 6 trillones de dólares anuales de media.

Esto significa que existe un déficit anual en el cumplimiento de los ODS de 2,6 trillones de dólares que se acumula cada año. Adicionalmente, las empresas tradicionales se enfocan en aquellos segmentos más cercanos a su actividad cotidiana limitando los recursos destinados al resto de ODS. 

Dicho todo esto, las empresas verdes son esenciales porque:

  1. Pueden resolver, con un enfoque sistémico, los grandes problemas sociales transformando las causas raíz y dinámicas subyacentes, para generar un cambio estructural y sostenido en el tiempo.
  2. Tienen un papel clave para cubrir los 2,6 trillones de dólares anuales de déficit para el cumplimiento de los ODS, ya que con ideas innovadoras y escalables pueden llegar a donde hoy no se llega y producir un cambio sistémico.
  3. Permiten la colaboración con modelos de asistencialismo tradicional y de cooperación, para encontrar soluciones eficientes y sostenibles en el tiempo para los principales problemas sociales.
  4. Podrían, en cooperación con el sector público, ayudar a resolver de una manera efectiva y sistémica las grandes necesidades sociales que las administraciones públicas tienen por objetivo.
  5. Podrían también, ayudar a que las grandes corporaciones vean el emprendimiento social como un aliado para cumplir al máximo con su compromiso social y medioambiental.